La inversión es el siguiente paso del ahorro, y si has estado leyendo nuestro blog, puede que ya tengas una idea de lo que significa invertir, pero si no lo tienes claro te lo explicamos a continuación:
¿Qué es la inversión?
Inviertes cuando decides destinar tus ahorros a la compra de bienes muebles o inmuebles, o de activos financieros, para obtener de los mismos una rentabilidad. Según el tipo de activo, la inversión puede tener un mayor o menor riesgo.
Esta es la definición que puedes encontrar en el glosario de Tus Finanzas. Independientemente de dónde inviertas, básicamente estás dando tu dinero a una empresa, gobierno u otra entidad con la expectativa de que te generen más dinero en el futuro.
Lo normal es que busques invertir con un objetivo específico en mente, por ejemplo la jubilación, la educación de tus hijos, una casa, etc.
Invertir es diferente de ahorrar o tener un negocio. En general, la inversión se relaciona con guardar dinero durante un largo período de tiempo en lugar de hacer negocios de forma más regular. Invertir es más riesgoso que ahorrar dinero.
Por lo general, los ahorros están garantizados pero las inversiones no. Si guardaras tu dinero bajo el colchón sin invertirlo nunca, jamás generarás más dinero del que has guardado.
Es por eso que muchas personas optan por invertir su dinero. Hay muchas cosas en las que puedes invertir dinero. Como por ejemplo el mercado de valores, la inversión en activos o el depósito a plazo fijo.
Lo que debes considerar antes de hacer una inversión
Primero lo primero. Antes de comenzar a invertir en algo, debes hacerte algunas preguntas. Tus respuestas determinarán si te encuentras en una situación financiera lo suficientemente buena para comenzar a invertir ahora; estas son las preguntas que debes hacerte:
1. ¿Tienes muchas deudas en tus tarjetas de crédito?
Si la respuesta es sí, probablemente aún no estés en condiciones de invertir. Primero, haz todo lo que puedas para saldar estas deudas, porque ninguna inversión que hagas te generará el 17% de intereses que estás dando a tu entidad cada mes con tus pagos diferidos o rotativos.
2. ¿Cuentas con un fondo de emergencia?
Sabemos que los imprevistos ocurren. Despidos, desastres naturales, enfermedades, etc. Cualquier asesor financiero te dirá que para evitar quedarte en cero, deberás tener ahorrado el equivalente de seis meses a un año en gastos usuales en efectivo o en una cuenta de ahorro, en caso de cualquier emergencia.
Consejos de inversión para principiantes
Si ya estás libre de las deudas y tienes un colchón financiero suficiente para cualquier eventualidad, es momento de repasar algunos conceptos básicos.
Invertir es lo que sucede cuando a fin de mes, y luego de pagar tus facturas, te queda un extra para tu futuro.
1. Evita el gasto creciente
Seguramente ganarás más dinero en tus 30 que en tus 20, e incluso mucho más en tus 40. La clave para ahorrar es hacer todo lo posible para evitar lo que se conoce como gasto creciente.
El gasto creciente significa que a medida que ganas más dinero, tus gastos crecen proporcionalmente a tu sueldo, y entonces en vez de ahorrar cada vez más, ahorras lo mismo.
Esto es porque generas necesidades artificiales. Es decir, empiezas a querer cosas que nunca has necesitado, como un nuevo auto, comida gourmet, suscripciones excesivas, etc.
En resumen, es cualquier cosa que antes considerabas un lujo y ahora te parece una necesidad a la que serías incapaz de renunciar.
Para evitar esto puedes guardar la parte correspondiente a tus ahorros a principios de mes, así no tendrás la tentación de gastar de más en cosas que realmente no son necesarias.
2. Empieza a invertir, aunque sea poco
En lo que tengas ahorros, empieza a invertir. Normalmente la inflación superará la tasa de interés que te da tu banco por tener tu dinero guardado y sin moverlo. Estarás ahorrando sí, pero al mismo tiempo estarás perdiendo dinero también. Si quieres evitar esto, debes empezar a invertir lo antes posible.
Para invertir no tienes que ser un Warren Buffet. Si te es difícil ahorrar dinero cada mes, puedes utilizar alguna app de redondeo. Este tipo de aplicaciones redondean tus compras, lo que te permite invertir pequeñas cantidades de dinero que difícilmente echarías de menos. Por ejemplo, si gastaras $ 2.39 en un café, entonces se invertiría $ 0.61 en tus ahorros.
Invertir pequeñas cantidades de dinero es un gran hábito y tu dinero se irá acumulando con el tiempo.
3. Conoce en qué estás invirtiendo
Cómo inviertes depende de para qué estás invirtiendo. Es posible que estés invirtiendo dinero para pagar los estudios universitarios de tus hijos, o puede que quieras ese dinero para jubilarte en 30 años más.
Las metas de ahorro varían muchísimo dependiendo de la persona y su situación personal y familiar, esto es porque hay metas que son a más largo plazo que otras. Para aquellas metas con horizontes más cortos se debería invertir de forma más conservadora. Si por el contrario es dinero que no vas a necesitar en muchos años, podrás elegir inversiones más arriesgadas.
4. Entiende el riesgo que estás tomando
Antes de decidir dónde invertir, primero deberás evaluar tu tolerancia al riesgo personal, o dicho de otra forma, cuánto dinero puedes permitirte perder. Si dependes de tus ingresos para el alquiler del mes que viene, tienes una tolerancia al riesgo muy baja. Si por el contrario tienes una cantidad de dinero suficiente como para que tu vida no sea afectada aún si pierdes una cantidad considerable de dinero, tu tolerancia al riesgo será bastante alta.
La tolerancia al riesgo a menudo viene dictada por el tiempo que mantendrás una inversión en particular.
Las cuentas de ahorro generalmente se consideran de bajo riesgo. Son apropiadas para guardar tu fondo de emergencia, dinero para imprevistos o el alquiler. La inversión se adapta mucho más al dinero que no necesitas a corto plazo, por ejemplo, tus ahorros para la jubilación o un fondo para los estudios de tus hijos.
5. Diversifica tus inversiones
En lugar de concentrarte en algunas acciones que crees que funcionarán bien, diversifica sus inversiones. Al hacer esto, si una parte de tu inversión no funciona bien, no lo habrás perdido todo.
Las fluctuaciones en este tipo de movimientos no son necesariamente el mayor riesgo para los inversores a largo plazo. Un riesgo potencialmente mayor es cómo reaccionas ante las fluctuaciones. A muchos inversores les resulta difícil ceñirse a su plan de inversión, especialmente durante los movimientos del mercado. Una cartera diversificada que sea propensa a menos movimientos del mercado, te será útil para ayudarte a manejar tus emociones.
Si te parece que todo esto suena complicado, es porque lo es. Por eso también existe la alternativa de contratar asesores financieros que te ayuden a gestionar tus inversiones.
6. Invierte a largo plazo
Si puedes, invierte a largo plazo. Muchos estudios demuestran que los inversores que conservan acciones durante más de 10 años tendrán mayores rendimientos que compensan los riesgos a corto plazo. Eso no quiere decir que esta tendencia continuará o que el riesgo se eliminará por completo. El riesgo nunca desaparece, pero se va atenuando con la edad.
Si puedes guardar dinero durante un período de tiempo prolongado, puedes permitirte realizar inversiones que suelen ser más susceptibles a subir y bajar. Tu cartera puede contener una combinación de acciones y valores que suelen ser más volátiles en comparación con los bonos.
Independientemente del tiempo que estés invirtiendo, diversificar tu cartera es una necesidad absoluta. Una cosa también es segura: si inviertes durante un período prolongado, te beneficias del poder del interés compuesto. Este es el proceso mediante el cual el dinero que ganas genera intereses sobre sí mismo con el tiempo. Cuanto antes comiences a invertir, más te beneficiarás del poder de interés compuesto con el pasar de los años.
7. Ten cuidado con las comisiones
Las comisiones son el dinero que pones en el bolsillo de alguien en lugar del tuyo. Independientemente de cómo inviertas, pagarás alguna tarifa. Lo que debes tener en cuenta son las tarifas elevadas. Tendrán un efecto significativo en tus rendimientos. Debes considerar el valor que obtienes a cambio de pagar tarifas.
Vale la pena pagar una tarifa por una cartera de inversiones diseñada profesionalmente que se puede ajustar a medida que cambia tu vida.
Lo último que quieres hacer es pagar de más. Si pagas 1-2% en tarifas, podrías perder hasta el 40% de los retornos esperados de tu inversión con el tiempo. Debido a que las tarifas son tan importantes, debes asegurarte de no pagar de más por el servicio que recibes.
8. Considera cuánto tiempo puedes dedicar a invertir
La gestión de tus inversiones puede llevar poco tiempo o mucho tiempo. Antes de invertir siquiera un dólar, considera cuánto tiempo puedes dedicar a administrar tus inversiones. Si lo haces tú mismo, tendrás que realizar operaciones regulares y asegurarte de que tus inversiones se mantengan en el buen camino. Por el contrario, un gestor financiero te cobrará comisiones pero no requerirá que inviertas tanto tiempo.
9. Haz un plan de inversión y cúmplelo
Una de las principales razones por las que muchos inversores tienen rendimientos bajos es porque venden en el momento equivocado. A menudo, basan sus decisiones en el desempeño reciente. Observan lo que han estado haciendo bien o no tan bien recientemente. Muchos inversores tienden a comprar cosas que se han revalorizado y venden cosas que han bajado de valor.
En lugar de hacer esto, debes crear un plan que pueda ayudarte a alcanzar tus metas durante el período de tiempo que tienes para invertir. No dejes de invertir por mal desempeño. Sé fiel a tu plan sin comprar ni vender según tu opinión de lo que sucederá en el futuro cercano.
Tipos de inversiones
Ya que hemos hablado un poco de cómo gestionar tus inversiones, es momento de hablar de qué instrumentos de inversión tienes a tu alcance aquí en el Ecuador.
El mercado de valores
Las inversiones en papeles comerciales, bien sea bonos, acciones u otros instrumentos financieros que se negocian a través de bolsa, pueden representar una oportunidad para multiplicar tus ahorros, siempre y cuando tengas conocimiento del tema y como hemos dicho antes, inviertas el tiempo necesario para gestionar tus movimientos.
Recuerda que si no te informas lo suficiente de las opciones y riesgos que conlleva el invertir en el mercado de valores, podrías tener pérdidas considerables.
La inversión en activos
Consiste básicamente en la compra de inmuebles, ya sea para fines personales y/o comerciales como puede ser una vivienda o un auto.
Esto es una muy buena opción ya que este tipo de inversiones ganan valor con el pasar de los años, sin embargo ten presente que siempre debes realizar un análisis financiero adecuado e identificar tus ingresos, el capital con el que cuentas actualmente y qué porcentaje puedes dedicar a este fin para no sobreendeudarte.
Otra cosa que debes considerar con este tipo de inversión es que no contarás con dinero líquido, por lo que si necesitas convertir el dinero invertido en efectivo tendrás que esperar. Vender activos toma tiempo por lo que al invertir en ellos asegúrate de que el dinero que estás destinando a esta inversión no lo vas a necesitar inmediatamente.
El depósito a plazo fijo
Es una operación a través de la cual una entidad financiera, a cambio del mantenimiento genera una rentabilidad fija y/o variable. La ventaja de este tipo de instrumento es que te aseguras de que el dinero no esté disponible para compras que no son necesarias y lo puedas destinar a tus planes futuros.
Recuerda siempre buscar ayuda de un experto ya que la situación personal de cada individuo es diferente, en este artículo simplemente hemos dejado algunas recomendaciones de inversión para principiantes, que te pueden ser de ayuda cuando decidas poner a trabajar a tu dinero.